En nuestro bello municipio de Diego Ibarra, estamos viviendo un momento de esperanza y transformación bajo la inspiradora dirección de nuestra alcaldesa Lesbia Castillo. Su gestión se destaca por el amor y la dedicación hacia nuestra comunidad, así como por el esfuerzo incesante por embellecer y mejorar cada rincón de nuestra querida ciudad. Sin embargo, junto a este avance, enfrentamos desafíos que nos invitan a reflexionar.
Recientemente, hemos sido testigos de un lamentable acto de vandalismo en la emblemática plaza de Aguas Calientes. Este espacio, símbolo de unidad y celebración, fue ensombrecido por la destrucción de las luces navideñas, que con tanto cariño fueron colocadas para alegrar nuestras festividades. La Navidad es una época de luz y felicidad, no de tristeza y desilusión.
No hay justificación para este acto irracional, que no solo impacta a la Alcaldía, sino que afecta a cada uno de nosotros como ciudadanos responsables. La plaza de Aguas Calientes merece ser protegida y valorada. La administración de Lesbia Castillo está comprometida en crear un ambiente donde podamos convivir y celebrar, pero esto solo es posible si cada miembro de nuestra comunidad colabora y respeta.
Por ello, Hacemos un llamado a la conciencia y al amor por nuestro pueblo. No permitamos que el vandalismo empañe el arduo trabajo que se está realizando para mejorar nuestra ciudad. Cada luz encendida es un símbolo de esperanza y de un futuro mejor. Reflexionamos sobre el legado que queremos dejar a las futuras generaciones.
Invitamos a todos a asumir la responsabilidad de cuidar nuestros espacios. Juntos, construyamos el Diego Ibarra que todos soñamos, promoviendo unión y paz.
