En el vibrante contexto sociopolítico de Venezuela, las Empresas de Propiedad Social (EPS) emergen como un faro de esperanza y transformación. Estas organizaciones socioproductivas representan un modelo alternativo al capitalismo tradicional, promoviendo una economía social y participativa que empodera a las comunidades. La Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal establece las bases de estas empresas, dividiéndolas en dos tipos principales: las Empresas de Propiedad Social Directa Comunal, que son gestionadas y administradas por instancias del Poder Popular, como los Consejos Comunales; y las Empresas de Propiedad Social Indirecta Comunal, donde la administración está a cargo de entes estatales, con el potencial de ser transferida a la comunidad.
Este enfoque no solo promueve la autosostenibilidad económica, sino que también busca fomentar la participación ciudadana en la gestión de recursos y la toma de decisiones. En este espíritu de inclusión y colaboración, la Consulta Popular Nacional de la Juventud se presenta como un mecanismo dinámico y esencial. Este proceso democrático permite que los jóvenes sean protagonistas en la elección de proyectos comunitarios que recibirán financiamiento estatal. A diferencia de los procesos electorales tradicionales, aquí la voz de la juventud se convierte en el motor principal para la construcción de un futuro próspero y participativo.
Recientemente, la profesora Lesbia Castillo, alcaldesa del Municipio Diego Ibarra, llevó a cabo una reunión crucial con jóvenes de la comunidad. Este encuentro fue una plataforma ideal para socializar y fortalecer los proyectos socioproductivos, centrándose en la creación de Empresas de Propiedad Social. La alcaldesa enfatizó la importancia de involucrar a la juventud en estas iniciativas, subrayando que su energía y creatividad son fundamentales para el desarrollo local.
La fecha del 27 de julio marcó un hito en este proceso. Durante la Consulta Popular Nacional de la Juventud, se abordaron múltiples propuestas, destacando el compromiso colectivo hacia una economía más justa y equitativa. Es un llamado a la acción: ¡A ponerse las pilas, muchach@s!
Con esta sinergia entre las EPS y la voz de la juventud, se abre un camino hacia una Venezuela más solidaria y participativa. Las Empresas de Propiedad Social no solo representan una alternativa económica, sino que, al empoderar a nuestros jóvenes, construyen una sociedad donde todos tienen un papel vital en el desarrollo de su comunidad.